Chacarera de la Pascua

Domingo de Ramos

24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

Una vez más conmemoramos desde la biblioteca el Día Nacional por la Verdad y la Justicia. En esta ocasión queremos compartir material relacionado con la identidad y la recuperación de niños apropiados durante la última dictadura cívico-militar. 

Aquí algunos de los títulos que tenemos a disposición.

Quién soy: Relatos sobre identidad, nietos y reencuentros. Cuatro autores: Paula Bombara, Iris Rivera, María Teresa Andruetto, Mario Méndez. Cuatro ilustradores: Irene Singer Istvanch, María Wernicke, Pablo Bernasconi; nos acercan cuatro bellísimos relatos basados en hechos vividos por hijos apropiados durante la última dictadura cívico militar. Una reflexión sobre la identidad, los Derechos de la Infancia, los Derechos Humanos y la Historia Argentina en una edición muy cuidada de editorial Calibroscopio.








 Treinta ejercicios de memoria : Un material editado por Eudeba en 2006 para el Ministerio de Educación con 30 relatos breves de momentos vividos por personalidades de nuestra cultura que siendo niños, o no tanto, experimentaron la violencia y la opresión de la dictadura.

Abuelas de Plaza de Mayo:La historia de Abuelas de Plaza de Mayo, contada para chicos de 8 años en adelante. Un recorrido desde sus orígenes  hasta el día de hoy. Una historia de dolor y ausencias pero también de compromiso, valentía y esperanza.

8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

"Conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres y las niñas son tareas pendientes de nuestra época y constituyen el mayor desafío en materia de derechos humanos del mundo¨

                                                                                Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas

En el día Internacional de la Mujer queremos compartir este hermoso, reflexivo y contundente poema de nuestra querida María Elena Walsh

Las que cantan 

Vengo a decir que en los rincones

más difíciles del planeta

están cantando las mujeres

con voz de pueblo escarmentado.

Se supone que vociferan

para morir un poco menos.

Sólo el dolor, la fiebre, el odio,

el desafío y la desgracia,

sólo una luz inofensiva

cantan las mujeres que cantan.

Fadistas de Portugal,

enlutadísimas de España,

inclinadas segando siegan

espirales de rabia y queja,

liquidan su ración de sueño

con furiosa maternidad.

Coyas, princesas miserables

de una América de arpillera,

queman ancestro alcoholizado

en lamentos como cuchilladas.

Hay que dejarse herir, caer

en su dolor, amar su llanto

y comprobar cómo la tierra

busca sus desolados huesos.

Brújas pálidas de Oriente,

lustradas hechiceras de África,

custodias de padecimientos,

celebrantes de la miseria

que lamentan inútilmente

fatalidades ordenadas

por dioses vanos y hombres crueles.

Les asignaron sed atávica,

desesperada obligación,

y ellas amenazan morir

en repertorios de quejido,

de belleza perdonadora.

Sólo vengo a decir que cantan

y que el mundo no se arrepiente

de sus gargantas infernales,

de sus corazones prohibidos.

Sólo vengo a decir que acaso

nos están echando la culpa.